La reciente edición 2016 de Ekotectura contó con la participación de las universidades colombianas que hicieron parte de la primera edición de Solar Decathlon Latinoamérica y el Caribe en 2015, en Cali (Colombia). El equipo Calicivita, representando a la Pontificia Universidad Javeriana de Cali en consorcio con ICESI, explicó Casa Alero, proyecto ganador del segundo puesto. El profesor Iván Osuna Motta proporcionó un relato completo de su participación y el renombrado alcance obtenido en el concurso, enfatizando la relevancia de esta experiencia para los estudiantes como una práctica pedagógica íntegra en donde el trabajo interdisciplinar y la materialización del proyecto nutrió significativamente su formación.
El equipo caleño contó con 31 estudiantes (decathletes) de 6 carreras diferentes (Ingeniería Industrial, Marketing (Mercadeo), Diseño Industrial, Ingeniería Civil, Ingeniería Electrónica y Arquitectura) y participaron 32 voluntarios, quienes fueron guiados por el profesor Osuna Motta, 9 tutores externos y una firma local de arquitectura. Calicivita compitió con otras 14 universidades internacionales, entre ellas, otras dos colombianas (Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y Universidad Nacional de Colombia,).
Fundado hace 14 años en Estados Unidos, el Solar Decathlon es patrocinado por el Departamento de Energía de los Estados Unidos y fomenta la construcción de prototipos de viviendas sostenibles en la categoría de vivienda social a nivel mundial. Además, cuenta con versiones locales en Europa y Asia. Para esta ocasión contó con la colaboración de la Alcaldía de Cali y el Ministerio de Minas de Colombia.
En esta primera edición latinoamericana, su objetivo principal fue desarrollar un prototipo de vivienda dentro de un planteamiento colectivo de interés social, que atendiera las demandas de sostenibilidad requeridas en un contexto urbano precario. En las evaluaciones, Calicivita se destacó por ganar el primer lugar en las categorías de Balance energético, Ingeniería y Construcción y el tercer puesto en Funcionamiento de la casa y Arquitectura.
El proceso durante la competencia se dividió en tres momentos: el primero atendió a la fase de diseño, desarrollado en el lapso de un año, el segundo fue la construcción en 9 días del prototipo en Villa del Sol, espacio dispuesto en Cali para la muestra de las 15 universidades. Por último, un periodo de evaluación y certificación sobre el funcionamiento de la casa desde los parámetros establecidos por la organización: arquitectura, diseño urbano y factibilidad, ingeniería y construcción, comunicaciones, confort, funcionalidad, innovación, marketing y comunicación, sostenibilidad y balance energético. Después de su construcción, la casa debía simular el consumo energético de acuerdo a una actividad doméstica promedio y así demostrar el balance alcanzado entre las competencias.
Casa Alero fortaleció desde el inicio su propuesta urbana de acuerdo a los resultados arrojados en la fase de análisis, donde la calle representaba un espacio crucial para el desarrollo de la vida en comunidad, según explicaron los autores en Ekotectura 2016. Al tratar de aprovechar los espacios vacíos en el trazado urbano de Cali, las decisiones se inclinaron en aumentar la densidad y el crecimiento en altura para así disminuir el ensanchamiento urbano. De esta manera primó la relación entre la vivienda y el espacio público, privilegiando lo público por sobre lo individual tras ceder un importante porcentaje del área de la propuesta para propiciar espacios para la congregación de la gente y así perpetuar las prácticas socio culturales que se dan actualmente en Cali.
Al definir la intervención general se escogió un prototipo de vivienda para desarrollar y construir a escala real (1:1), partiendo de estrategias básicas como el aprovechamiento de la luz natural, la inercia térmica, la ventilación cruzada y el enfriamiento por evaporación, de las cuales durante el proceso algunas fueron fortaleciéndose y otras fueron descartadas.
El funcionamiento de la casa debía depender únicamente de energía solar, por lo que la toma de decisiones incorporaron al clima y a la incidencia lumínica como aliados, determinando la participación activa del usuario en la sostenibilidad de la casa, mediante la variación manual de aberturas que potencian la ventilación cruzada al interior y se autorregulan.
Con un área de 80 metros cuadrados, el presupuesto inicial otorgado por Solar Decathlon no fue suficiente y obligó al equipo a buscar financiación por parte de privados. El profesor Osuna aclaró que debido a las numerosas pruebas se incrementó la inversión, distanciandose del presupuesto promedio para acceder a una vivienda de interés social en Colombia, pero que justamente el concurso busca hallar las tecnologías y soluciones para el diseño de prototipos que puedan replicarse a un menor costo.
La distribución del programa al interior de la Casa Alero atendió a tipologías tradicionales del Valle colombiano, donde el acceso se da por medio de un porche que proporciona una constante interacción entre lo privado y lo colectivo. Al acceder a la casa se encuentra un módulo central de servicios que divide a un costado el área social y al otro las habitaciones.
La exploración de materiales, técnicas de construcción y estrategias innovadoras permitió una coherencia discursiva desde la gestación del proyecto, ya que los propios habitantes podían desplegar los cerramientos y determinar qué tan abierta o cerrada querían que fuera la relación con el exterior y sus vecinos. El ingenioso cerramiento en tejido vegetal permitió generar interesantes efectos de luz al interior y a la vez reforzó la ventilación, logrando mantener la casa en una temperatura confortable. En la cubierta se instalaron los paneles solares sobre el módulo central para la extracción energética.
Después del concurso, el equipo reutilizó la estructura e hizo ligeras modificaciones para su reconversión a un uso comercial. La intención es implantarlo en el campus de la Universidad Javeriana de Cali y convertirlo en el Café Garittea, modificando la planta levemente del área social por una estancia donde el paso sea momentáneo, el núcleo de servicios domésticos por los servicios del establecimiento dotacional y el área de las habitaciones en una estancia donde la permanencia del usuario sea más prolongada, representando para la universidad un laboratorio vivo de sostenibilidad, que fortalece el ejercicio desde la academia y su participación en el Solar Decathlon LAC 2015 como un contundente mecanismo de enseñanza.
Debido a la satisfactoria experiencia en esta edición, la organización volvió a escalar a Cali para la segunda versión en 2017.